Mi historia

Mi nombre es Marina, tengo 35 años y he pasado 32 de ellos sufriendo de Ansiedad Generalizada.

 

Una ansiedad tan normalizada que me han hecho vivir un vida nada alineada conmigo, siempre bajo la necesidad de aprobación y validación externa, con unas creencias y valores que me han hecho vivir desde el miedo, el juicio y la autocrítica.

 

Me fui a vivir a Barcelona con 19 años creyendo que eso era triunfar. Un lugar lleno de oportunidades, gente, ruido, cosas que hacer…

 

En 14 años viviendo allí, he tenido 6 o 7 trabajos, he vivido en 9 casas diferentes y normalicé que la vida era trabajar de lo que sea para sobrevivir, pasar el tiempo libre tomando cervezas en los bares, salir de fiesta, comprar cosas que no necesitaba y que no podía permitirme.

 

Leyendo esto que acabo de contarte, veo claramente que mi vida se basaba en huir de ella, evadirme a base de estímulos externos y recompensas de corto plazo.

 

Mi primer contacto con el Yoga fue en 2017 cuando trabajaba como estilista de moda y estaba machacada física y mentalmente ( lo único bonito de esta profesión es el resultado final).

 

Me apunté a un centro al lado de mi casa, CPYOGA. Y allí algo cambió en mí. Me hacía sentir tan bien ese ratito que pasaba haciendo cosas que no siempre entendía y que muchas veces me incomodaban que incluso dos años después, cuando me mudé de barrio, para variar, seguí asistiendo aunque eso supusiera hacerme casi 50 minutos de metro en hora punta. 

Gracias Pere ❤️

 

En 2020, en plena pandemia hice mi primera formación en Hatha Yoga y fue durante esta formación que me despidieron del trabajo y fue entonces, cuando mi vida se paró, que todo estalló.

 

Y así fue cómo el Yoga me regaló el primer aprendizaje que vino en forma de crisis existencial, donde tanto sufrimiento no me dejó más remedio que cambiar todo en mi vida para ponerlo, esta vez, en su sitio.

 

Ataques de pánico, angustia, despersonalización y todo tipo de síntomas somatizados en mi cuerpo.

 

Tras mucha resistencia y dolor, me marché de Barcelona y volví al hogar, al nido, donde pude dedicar todo el tiempo que tenía en ir a terapia, estar en la naturaleza, leer sobre psicología, Filosofía del Yoga, Budismo  y así empezar a conocer quién era realmente yo.

 

Soy consciente que fui muy afortunada por haber podido parar y refugiarme, ya que  no todo el mundo puede permitírselo.

 

Durante esa etapa he descubierto que mi sensibilidad ya no tengo que sufrirla por estar en lugares y con las personas equivocadas, sino que es algo de lo que disfrutar con una vida sencilla, en silencio y con personas que me suman. 

 

He aprendido a poner límites sanos para mí, a redefinir cuales son mis valores reales y me he deshecho de todas las creencias fruto del Ego que tanto me limitaban a vivir una vida alineada conmigo.

 

Gracias a conocerme y saber quién realmente soy, desde hace un tiempo a ahora, acompaño a las personas a aprender a conectar con su cuerpo para reconocer los mensajes que éste les manda, tomando el control sobre su Sistema Nervioso antes de que aparezca la ansiedad en todas sus formas.

 

En mis sesiones de Yoga Sensible al Trauma/Ansiedad y en Yoga para las Emociones te enseño a mirar hacia dentro desde una mirada amable y compasiva. 

Te acompaño a construir una nueva relación con la mente, dándole el lugar y protagonismo justo. 

 

Empezarás también a cultivar el vivir la vida desde el «modo observador», reconociendo cuando el Ego aparece para hacernos sufrir y aprender a desidentificarte de él.

 

Si te sientes identificado/a con mi historia o algo de lo que te he contado ha removido algo en ti puedes dejarme tu correo electrónico y te avisaré cuando organice algo relacionado con Yoga y Gestión Emocional.

 

Te abrazo.

 

Marina.

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